miércoles, 17 de julio de 2013

Infiltrator (C64)

¡Hola amigos! Aquí estamos con un nuevo review, volvemos a lo que podriamos llamar la rutina con un nuevo juego de Commodore, como viene siendo costumbre nos lo dona JAM, toda nuestra gratitud para con el.


El juego como veis nos ha llegado en perfecto estado, y es que hay que ver lo bien que se conservan estos juegos.
La portada es la propia de viedeojuegos de la época, ya no se ven portadas así.






En 1986 U.S.Gold,  una desarrolladora que nos ha dado más de un disgusto a base de conversiones, nos trae este juego de acción-aventura 2d  y scroll multidireccional, que aparecería en numerosos sistemas de la
época.




 En Infiltrator, interpretamos el papel de un héroe que personalmente nos recuerda a Solid Snake por la cantidad  de recursos que tiene para la infiltración.
Así, tenemos tres misiones a las que enfrentarnos: fotografiar los planes secretos del enemigo, rescatar a un científico preso, y volar un silo de misiles.




Lo más sorprendente del juego es como acatar las misiones. Si algo hizo famoso a este juego fue que todas comienzan y terminan como un simulador de vuelo. El capitán Johnny "Jimbo-Baby", a los mandos del supersofisticado helicóptero Gizmo DHX-1, debe volar hacia la base secreta del enemigo (o hacia la suya, una vez que termine la misión pertinente).





 
No es un simulador propiamente dicho. Aunque el clásico elenco de teclitas para controles de todo tipo, está presente, lo cierto es que el mundo exterior es estático. Podemos girar, subir, bajar, acelerar..., pero no veremos que el paisaje, magníficamente bien dibujado, haga mucho más que un par de scrolls o inclinaciones a los lados.
Los gráficos de esta etapa son fantásticos.





 Durante el vuelo, nos encontraremos con algunos cazas, que pasarán zumbando cerca de nuestro helicóptero. Pedirán que nos identifiquemos, y habremos de teclear una de dos respuestas posibles: "Infiltrator" u "Overlord". En función de a qué bando pertenezca el otro piloto, así reaccionará: nos deseará suerte o se cuadrará ante nosotros, o tratará de detrozarnos a base de misiles.




También podemos plantearnos esta etapa de otra forma: pidiendo nosotros la identificación, antes de que lo haga el otro.
El piloto nos responderá con su nombre en clave. A lo que debemos teclear una contraseña y acertar si no queremos salir mal parados. Si tenemos la paciencia para hacernos una lista, llegará un momento en que tengamos prácticamente todos los nombres en clave identificados, junto con la contraseña que tenemos que responder.



Una vez que lleguemos a la base, habrá que aterrizar en modo sigiloso del rotor -tecla "W"-, o los enemigos se enterarán de tu llegada, y comenzará la fase de infiltración.
Esta se desarrolla con unos gráficos bastante llamativo. Nuestro hombrecito camina por los alrededores donde podemos emprender acciones tales como usar un detector de metales para no pisar una mina.







En esta etapa de la misión debemos entrar en edificaciones, en busca de objetos que le ayuden. Por supuesto, los guardias se alertarán al ver a alguien merodeando por allí, y  nos pedirán los papeles (el muñequito que requiere tu atención, se pone de color rojo, y en la parte inferior de la pantalla aparece un texto con lo que dice).



  La mayoría de las veces, no tendremos problemas, y el guardia nos dejará marchar, pero en ocasiones concluirá que nuestra documentación no está en orden (por cierto... a pesar de su pequeño tamaño, los sprites en esta etapa son muy expresivos; resulta bastante gracioso ver como ponen los brazos en jarra y golpetean el suelo con el pie, cuando creen que nos han descubierto). En ese momento, hay tres opciones:

- Esperar: nada aconsejable, porque el soldado se nos echará encima, y nos llevará para que nos interroguen -vida menos, y hay cinco-
-Correr: que no es es que sea especialmente recomendable, porque sonarán las alarmas, y tendremos a toda la base detrás.
 -Spray adormecedor, o una granada de gas: que lo dejará k.o. unos segundos. Cuando despierte, no recordará nada pero ¡atención! ¡que no despierte ante nosotros, o se nos echará encima!






En el interior de los edificios, el desarrollo cambia completamente, para mostrar las habitaciones y los guardias, con un tamaño mucho mayor.
En esta etapa, podemos registrar los muebles, en busca de objetos de utilidad procurando no ser vistos.





En la mayoría de las ocasiones, no encontraremos más que objetos inservible, pero a veces podremos conseguir granadas de gas, o mejor aún, una llave electrónica que desactiva las alarmas si la utilizamos en la habitación correcta. Conforme avancemos por el interior de los edificios, se irá dibujando un mapa en el que las habitaciones se representan como rectángulos con un color de tres posibles:

- Verde: entrada / salida. Puede ser la puerta que da al exterior, un ascensor, etc...
- Azul: nada especial.
- Roja: habitación importante. Por ejemplo, salas de seguridad, habitaciones en las que se almacenan planos secretos, y todo eso...





Incluso la primera misión tiene lugar en un escenario considerablemente grande con cinco edificios, con multitud de habitaciones, y dado que sólo disponemos de 20 minutos de tiempo real y 10 de tiempo de juego para completarla, lo más recomendable es que vayamos al grano, y busquemos las habitaciones importantes, y no perdamos el tiempo rebuscando en los muebles. Puede ser de muchísima ayuda el uniforme de oficial enemigo (de color amarillo, y colgado en un perchero en alguna de las habitaciones especiales). Si lo utilizamos, los soldados nos ignorarán y hasta nos permitirán registrar por todos lados, sin inmutarse. Eso sí: si pasamos demasiado cerca de algún guardia, nos pedirá la documentación, y claro, la que llevamos no corresponde a la de un oficial, así que nunca estará en regla.

Los gráficos:  Excelentes en todas las etapas del juego. Hemos visto muchos juegos de 1986 y posteriores para este sistema y no lucen como este Infiltrator que no ocurpa.

En la cuestión sonora sale ganando la etapa de vuelo, con efectos bastante trabajados, como el zumbido de las turbinas del helicóptero. Sin embargo, en las fases de infiltración, también escucharemos algún que otro sonido curioso, como el del detector de minas. Eso sí: no hay música.

La jugabilidad es original, trabajado, visualmente estupendo, divertido, desafiante... vamos, un juegazo.




 Curiosidades:

- Las tres misiones que componen el juego, estan grabadas en la misma cara. ¿Que qué tiene de especial eso? Pues que una misión ocupaba toda la cara de la cinta y cuando queremos cargar la siguiente, la rebobinaba, y ¡volvía a usar la misma cara, pero cargaba algo distinto! Asombroso para la época.

-Una review de la revista ZZAP 64:




Y eso es todo por hoy. Muchas gracias, JAM
Si queréis donar alguna consola, ordenador clásico, videojuegos o relacionados. Enviad un correo a donatuconsola@gmail.com y ya os comento como hacerlo.   





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