El juego como viene dándose el caso corre a cuenta de Piña, ¡Muchas gracias amigo!
Horrenda portada como sólo salían en Master System, y es que quien no se ha preguntado por el programa de donde SEGA sacaba sus clip-arts para hacer estas portadas.
El juego goza de un estado bastante bueno a pesar de los años, lamentablemente las instrucciones no han sobrevivido al paso del tiempo, es decir que si alguien puede donarlas le estaríamos muy agradecidos.
After Burner aparecería por primera vez en los salones recreativos allá por 1987 donde gozó de tremendo éxito, tanto fue así que SEGA no dudó en poner en poner un After Burner en casi cualquier sistema del momento. Master system no necesitó ni un año en recibir la suya.
Aun hoy es difícil situar a After Burner en un género concreto, bien podría ser un shoot'em up 2d en tercera persona.
Este juego no tiene lo que podríamos llamar una historia, simplemente se nos habla de que somos un as de la aviación, (que digo yo que irá en habilidad de cada uno) y que por ello pilotamos un F-14 Thunder Cat. No hay mucho más que añadir.
El videojuego nos permite controlar un caza de combate que deberá destruir una serie de aviones enemigos en 18 etapas. El avión emplea una ametralladora y un número limitado de misiles los cuales nos serán repuestos por otro avión después de que superemos unas pocas etapas.
Como decíamos, SEGA tuvo la idea de que debía existir un After Burner en todos los sistemas conocidos de la época, no importaba si el aparato en cuestión podía soportar o no el juego, si existía el sistema, tenía un port de After Burner. Incluso fue tan lejos como para introducir una versión en la mítica NES (bajo el sello Tengen). Teniendo en cuenta que la versión de Megadrive no iba muy bien, no es difícil imaginar lo que tenemos por delante en la 8 bits Sega Master System.
Ya que vamos a profundizar en todo lo que After Burner puede ofrecer en Master System, mejor que lo hagamos empezando por lo positivo: Los Gráficos... y a medias.
Si algo no tiene que envidiar la 8 bits de SEGA con respecto a su hermana mayor Megadrive es la calidad gráfica de los aviones, que si no son iguales poco le falta. Lo cierto es que el aspecto gráfico es excelente teniendo en cuenta otras versiones que hay por ahí, los programadores que realizaron la conversión se esforzaron en hacer aviones de gran tamaño y bien definidos. Y se acabó todo lo bueno.
Decíamos que los gráficos a medias, porque si bien ciertas cosas están muy cuidadas, otras son un despropósito, véase el cielo y el suelo. El suelo es un patrón que se repite continuamente desde el horizonte con diferentes motivos para que producir la sensación de cambio de escenario, pero siempre igual.
El cielo por su parte siempre se muestra despejado de nubes o de cualquier otro efecto diferente del color que es de un monocromo perfecto.
Sin duda su mayor punto negro, es un control errático donde tenemos la sensación de girar dentro de un barril que para colmo puede subir y bajar, una experiencia mareante como pocas, la mitad de las veces no veremos los disparos enemigos, y no tardaremos demasiado en ver a nuestro avión caer humeante mientras protestamos sobre de donde salió aquel disparo que no vimos.
Otro asunto terriblemente resuelto es nuestra imprecisión para disparar a los aviones enemigos, en un porcentaje alto de las veces no sabremos ni contra que estamos disparando.
En la esquina superior derecha tenemos una suerte de radar, que no hace más que indicarnos cuantos enemigos hay en pantalla y por donde se sitúan más o menos, si somos capaces de mirarlo, esquivar y disparar, creo que podremos concederle alguna utilidad.
Si logramos acostumbrarnos, o mejor dicho, a tolerar todo lo que este juego no es capaz de ofrecernos, nos encontraremos con 19 fases que si bien parecen muchas, un jugador un tanto habil, podrá terminar el juego en una friolera de 30 minutos. Luchando contra un enemigo final tan espectacular como sencillo.
Graficamente, como hemos comentado tiene virtudes como una buena definición de los cazas y un desplazamiento relativamente rápido. Arrastrando sin embargo muchas carencias como los tristes fondos y las explosiones ramplonas.
La cuestión sonora tampoco va mucho más lejos, musiquillas para acompañar que a duras penas lo hacen. Un motor que suena como un ruido constante y simple petardeo en las explosiones.
La jugabilidad como ya hemos comentado cae en lo lamentable. Se controla mal, no sabemos a donde disparamos, es terriblemente corto. Un juego que abusa claramente de su buen nombre en la versión de recreativa.
Sufre para esto |
- Como deciamos, salió una versión para Nintendo Entertaiment System, la competencia de la época:
Tiene pinta de ser una abominación igual o peor |
-La lista completa de conversiones es esta: Commodore Amiga, Amstrad, Atari ST, Sharp X68000, FM-Towns, Commodore 64, NES, Sega Megadrive, PC-Engine, Sega Saturn, PC,MSX y ZX Spectrum. Tiger Electronics lanzó dos maquinitas LCD del juego uno de mano y otro de sobremesa. Hay hasta Una adaptación de After Burner para el 32X fue conocida como After Burner Complete en Japón y Europa
Muchas gracias a Piña por hacer posible este review y aportar su granito de arena.
Si queréis donar alguna consola, ordenador clásico, videojuegos o relacionados. Enviad un correo a donatuconsola@gmail.com y ya os comento como hacerlo.
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