miércoles, 10 de julio de 2013

The Ninja Warriors (C64)

¡Hola amigos! Hoy tenemos una nueva review, de un nuego clásico de los recreativos conversionados a ordenadores de 8bits. Vamos a hablar de un video juego donado con todo su cariño por JAM, muchísimas gracias, amigo. Veamos de que se trata:






Como con los últimos juegos de Commodore 64, tenemos una nueva edición de lujo, con su caja de cartón y sus instrucciones, que parece recien salido de la tienda.
La carátula supongo que en su momento resultaría fantastica, hoy día tiene el dibujo algo desfasadete, parece hecha por un chaval del insituto. 




 Sería en 1988 cuando Taito sacaría un beat'em up 2d de scroll lateral, que no tardaría ni un año, en como casi todos los juegos de la época, ser conversionado a los ordenadores del momento. La encargada del asunto  Virgin games; y correría de la mano de DRO soft su distribución. 




El argumento nos habla de como un joven político, Bangler, movido por su gran ambición va subiendo escalafones en la política mundial hasta convertirse en el Presidente del Mundo de una sociedad futura. 
Pronto termina con la democracia por temor a no ser reelegido e impone su control con mano de hierro. 

El mundo estaría perdido si no fuera por un científico: el doctor Mulk, que ha inventando unos robots ninja para que puedan ocuparse de restablecer aquello que se había perdido. 


La idea del juego en sí es el fiel reflejo de una época, nada gustaba más en los ochenta que los ninjas y los robots, una combinación que quizá ahora resulte totalmente rocambolesca en aquellos años sonaba a acción sin límites. 


Estas son las premisas de The Ninja Warriors, un típico arcade, en el que nos enfrentamos a las tropas del gran dictador, a lo largo de seis niveles. A primera vista, parece bastante adictivo. Y aunque luego quizás pierda un poco de encanto por lo larguísimos que son los niveles y lo parecidos que resultan todos, el caso es que es un buen juego.




La cosa es de lo más sencilla:  avanzar continuamente hacia la derecha en cada fase para alcanzar el final, que siempre estará defendido por el típico jefe y todo esto antes de que se agote el escaso tiempo que nos dan. No nos podemos entretener vapuleando a los malos que os salgan al paso; sería un error porque, insistimos, las etapas son bastante grandes, y conviene no perder ni un segundo fulminando a toda una amalgama de enemigos armados con cuchillos que tratan de hacerle alguna que otra mella en los circuitos a nuestro robot.  


El desarrollo, al cabo de un rato, termina siendo un poco repetitivo. Se basa en caminar, esquivar o machacar a los malos de a pie, que suelen salirnos en parejas, uno por cada lado de la pantalla y, de vez en cuando, enfrentarnos a guardias armados con escopetas que disparan balas explosivas, otros que nos lanzan granadas e incluso algún perro.








Para romper un poco la monotonía, en ocasiones se nos echará encima una especie de ninja extraño enarbolando un terrible brazo mecánico implantado en su hombro derecho, que corretea, salta y trata de aporrear a nuestro robot... sin embargo, es bastante fácil librarse de este tipo de enemigo, simplemente agachándonos y acercándonos a él de cuclillas, asestándole con un kunai cuando lo tengamos a tiro. Lo bueno de estos engendros, es que nos proporcionarán 5 shurikens adicionales, a sumar a los que ya tengamos, cuando los derrotemos.





Los shurikens no resultan especialmente útiles contra enemigos normales y corrientes, pero nos dará una gran ventaja contra enemigos de final de fase como el tanque que os vamos a mostrar a continuación:




Este impresionante tanque no es decorativo, es realmente un enemigo y es posiblemente uno de los más grandes que se haya visto en nuestro querido Commodore 64, simplemente impresionante. Derrotarlo será cuestión de lanzar shurikens al hombrecillo que emerge por la escotilla.





Graficamente, los escenarios son nítidos y cumplen con su cometido. En ocasiones, veremos algún detalle más que llamativo como un caza en primer plano -ocupa dos pantallas, poco más o menos- que está aparcado con todo lujo de detalles en la pista del aeropuerto de la segunda fase.

Los personajes están bastante bien, mención más que especial para el tanque. En general el juego cumple de sobra en este sentido.
La cuestión sonora cumple sin alardes, encontramos melodías que tampoco son nada del otro mundo y alguna vocecilla digitalizada.
 La jugabilidad:  es arcade 2D bastante típico, que no deja de ser entretenido y que, de vez en cuando, te sorprende con algún que otro detalle técnico más que loable. Eso sí: los niveles son tan largos que acaban por hacerse algo repetitivos. Por cierto: la versión original  permitía que dos jugadores participaran simultáneamente, pero se ve que con el C64, se les quedaron cortos los 64 Kbytes y se eliminó esa opción.





Curiosiades:

-En 1994 salió una versión,  para Super Nintendo.



-Esta es la famosa recreativa:






-Publicidad del juego

Nos despedimos no sin darle las gracias una vez más a JAM por colaborar con este juego y hacer posible esta entrada. GRACIAS, sí, con mayusculas.

Si queréis donar alguna consola, ordenador clásico, videojuegos o relacionados. Enviad un correo a donatuconsola@gmail.com y ya os comento como hacerlo.   









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