Una vez más debemos nuestro review al gran JAM que ha tenido a bien donarnos tantos y tantos juegos, entre ellos este:
Del estado del mismo que decir, está perfecto, como recién comprado.
Estamos en 1987 y ACCOLADE una empresa clásica y desaparecida nos saca este juego de carreras en 2D que tuvo sus versiones respectivas en la mayoría de ordenadores de la época. La distribución del juego corrió de la mano de Dro Soft
Los que Test Drive nos propone es lo más sencillo del mundo, ponernos al volante de cochazos de la época para que conduzcamos por el placer de hacerlo. Si echamos un poco de imaginación nos parecerá estar ante el salpicadero de uno de los bólidos que Test Drive nos trae. Y aunque en Dona una Consola no somos muy fans de los coches, hemos de reconocer que nos ha gustado.
Tiene casi tantos aspectos de simulador como de juego de carreras. Y he ahí uno de sus principales encantos. No hay un límite de tiempo para completar cada fase (que se desarrolla entre dos gasolineras). Podemos circular a la velocidad que nos dé la gana. Podemos obtener un promedio de 80 ó 90 kilómetros por hora, o de 170. La elección es del jugador. Simplemente, cuanto menos tardemos en completar cada etapa, más puntos obtendremos. Nada más.
El desarrollo es sorprendentemente realista. No sabemos cuanto tiempo pasáis al volante pero la experiencia es perfectamente reconocible por conductores. Circular detrás de un camión, (como en la captura de arriba) esperando a que llegue una recta despejada, reducir una marcha, y salir como alma que lleva el diablo, adelantándolo, es casi euforizante.
Pero hablemos de los coches:
-Un reluciente Lotus Esprit Turbo. Quizás el más sobrio de la colección. Con 2.174 cc y 215 caballos. La fiera acelera de 0 a 100 en 5'6 segundos, y alcanza los 251 km/h de punta.
-Un Porsche 911 Turbo. Una maravilla. Con unos 3.300 centímetros cúbicos, 282 caballos, la aceleración más alta de todos los coches del juego: 0 a 100 en 5 segundos.
- Chevrolet Corvette. Con la cilindrada más alta de la colección... ¡5.733 cc, la aceleración más baja: 5'8 segundos para pasar de 0 a 100. 230 Caballos y una velocidad máxima de 254 km/h
- Lamborghini Countach. Tiene el motor más potente del juego ¡420 caballos y 5.167 centímetros cúbicos. Acelera de 0 a 100 en 5'2 segundos, y su máxima es de 285 por hora.
- Ferrari Testarossa. Tiene 4.942 centímetros cúbicos, 380 caballos, una aceleración que, partiendo del reposo, le permite llegar a los 100 km/h en 5'3 segundos, y alcanza la cifra mítica, asombrosa, psicológica, pasmosa de 300 por hora.
Todo ello nos viene muy bien documentado en estas pantallas donde se nos exponen las lindezas de los cochazos que podemos conducir. Detalle que es ciertamente de agradecer.
Evidentemente y como suele ocurrir en estos casos, no es oro todo lo que reluce y si hay un fallo a destacar es que el juego no es todo lo rápido que debiera. No es lento, pero no da la sensación de conducir coches como los que hemos enumerado. Y cuando un juego de este tipo tiene una sensación de velocidad rara hemos perdido un porcentaje alto de disfrute del juego.
El hecho de que el juego sea un simulador y no un arcade de conducción al uso hará que las primeras partidas tengamos numerosos accidentes. Tendremos que olvidarnos de dar el más mínimo volantazo porque la dirección es muy sensible y un giro brusco con el más mínimo roce con otro vehículo o obstáculo nos detrozará el coche, pues son frájiles hasta decir basta.
Tampoco pasará mucho tiempo hasta que tengamos un encontronazo con la policía que en este juego tiene contratados a auténticos pilotos de élite para que nos den rápida caza y captura. Eludir a la policía es realmente complicado, pero no imposible.
Los gráficos son muy buenos. Sobre todo los estáticos, como el salpicadero de los coches (el más vistoso es el del Porsche, en nuestra opinión), o los estupendos dibujos de éstos, aparcados en una gasolinera, o en la pantalla de selección, con su ficha técnica. El exterior está muy logrado también, y fluye a la velocidad justa. Si algo es criticable es la sensación de velocidad y los otros coches que circulan por la carretera que son algo cuadriculados.
La cuestión sonora es muy floja, apenas hay una musiquilla y unos ruidos de motor bastante desdeñables.
La jugabilidad viene dada por la posibilidad de conducir algunos de los bólidos más impresionantes que jamás se han construido, es una gozada. Además, están muy bien recreados (no sólo el salpicadero: notaréis mucho la diferencia de aceleración), y el juego, en líneas generales, es bastante realista. Lástima que se haga un poco repetitivo a la larga, ya que el escenario es siempre el mismo.
Curiosidades:
-Hubo una versión de disco, que como única diferencia traía un par de samples digitalizados, como una voz que pronuncia "Accolade presents..." en la elegante secuencia de presentación, y el rugido de un Porsche arrancando, también en esta misma parte.
Y sin más nos despedimos. Muchas gracias a JAM una vez más.
Si queréis donar alguna consola, ordenador clásico, videojuegos o relacionados. Enviad un correo a donatuconsola@gmail.com y ya os comentamos como hacerlo.
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