miércoles, 16 de enero de 2013

Commodore 64

¡Hola chavales! Hoy vamos a hacer un pedazo de artículo a lo grande gracias al maquinón que nos cedió como no puede ser de otra manera JAM. No hay palabras de gratitud suficientes.



Aunque casi treinta años pesan a sus espaldas este robusto ejemplar de Commodore 64 sigue funcionando como el primer día, con su carcasa y las letras amarillentas sigue divirtiendo como el primer día. Ni una sola tecla falla en su resistente y sonoro teclado mecánico. Una maravilla aun viva y que va ser limpiado y restaurado para que siga cumpliendo su proposito a la vista de todos. Lamentablemente tenemos todo el cableado pero no la caja ni manuales. Una vez más nos apoyamos en vuestra generosidad y solidaridad.




Que decir de Commodore 64, el ordenador más vendido del mundo, que marcó toda una época. Más de 20 millones de unidades vendidas en todo el planeta hablan de un fenómeno que dio comienzo al furor por los micro ordenadores, generó una histórica rivalidad con Sinclair y acercó a muchos a su primer ordenador.

Pero si vamos a hablar de Commodore hay que empezar hablado de Jack Tramiel, un polaco nacionalizado norteamericano que estuvo detenido en campos de concentración cuando era pequeño pero pudo sobrevivir y escapar gracias a que fue rescatado por un batallón del ejército de EEUU. Por esa razón, emigró a ese país y se enlistó como voluntario.


 Allí se dio cuenta de que las máquinas de escribir fallaban más de lo esperado y cuya reparación tenía un importante costo. Al ver un gran negocio en puerta, Tramiel comenzó a realizar los arreglos de las máquinas, pero luego dejó el uniforme y se fue a vivir a Toronto, desde donde importaba máquinas fabricadas en Checoslovaquia, a las cuales les ponía el nombre de su compañía: Commodore International.







Pero en el mejor momento para el mercado de las máquinas de escribir, comenzaron a llegar importadas desde Japón máquinas a muy bajo costo, y Commodore International queda casi en la quiebra. Endeudado, Tramiel pidió un crédito para salvar  la compañía  y vio en el naciente mercado de las calculadoras electrónicas su gran oportunidad.



Durante un tiempo comprar una calculadora era "comprar una Commodore". Tramiel compraba para sus calculadoras chips fabricados por Texas Instruments, que viendo los benficios que sacaba Commodore, decidieron sacar su linea de calculadoras que al no pasar por segundos salían a un precio mucho más barato, sin rival.



Tramiel vuelve a necesitar otro crédito para salvar su empresa y aprende a no apoyarse en teceros. Por lo que contrató a Chuck Peddle, un ex empleado de Motorola que estaba trabajando en un desarrollo para mejorar el chip 6800: el 6502. Con este chip Commodore fabricó su primer ordenador, el PET, que posteriormente daría píe a Commodore VIC-20.






Con la salida de la VIC-20 se generó una pequeña revolución gracias a su ínfimo precio y a un pack de juegos que venían incluidos. Y mucho camino quedo andado para que cuando Commodore 64 saliera al mercado, la mención del nombre de la compañía ya diera una imagen de ordenador.

C64 directamente fue el germen de la locura total: los fanáticos se agolpaban en las tiendas para comprarlos, surgieron infinidad de productos de hardware relacionados, muchas revistas dedicadas a video juegos y programas para la Commodore, y hasta software comercial que ayudó a generar divisas para compañias tales como Microsoft, que con su hoja de cálculo Multiplan tuvo buenos ingresos. Electronic Arts también surgió en esa época de la mano de Trip Hawkins, un ex empleado de Apple que comenzó a desarrollar videojuegos y tuvo en Pinball Construction Set su primer gran éxito, de los muchos que tendría y sigue teniendo.









Siempre es más fácil entender un fenómeno si se analiza el entorno y el momento en el que se produce. En primer lugar, el plan de Tramier fue excelente, ya que los ordenadores comenzaron por venderse en tiendas especializadas que tenían acceso a precios especiales para la venta de accesorios, con los cuales ganaban casi tanto dinero como con la venta de la Commodore 64 misma. Además, siendo especialistas en hardware, podrían repararlos cuando surgiera algún problema, de modo que los clientes tenían la garantía de que su ordenador podía ser reparado, y las tiendas tenían a la vez ganancias a futuro con la reparación.





Otro detalle importante, es que cuando Commodore 64 salió a la calle, los PC era mucho más caros, complejos de utilizar y solían ser utilizados por grandes empresas. Y aun así Commodore 64 destacaba en su momento incluso sobre estos consiguiendo el mejor chip de sonido de la época, con 3 canales mono, su gran capacidad de procesamiento le convirtió en el trampolín que lanzó a este ordenador a la fama, posibilitando la llegada de juegos superiores a los de cualquier otra plataforma, algo a lo que también contribuyó la facilidad para programar “sprites” en Commodore.



El famoso chip de sonido


Para finales de 1984 Commodore se había vuelto demasiado grande y Tramiel ya no tenía todo el poder, por lo que descontento con ello abandonó la compañía y se dedicó a otros negocios, entre ellos la adquisición de Atari. Mala gestión y la masificación y avance de los PC  junto con el cambio generacional de los 8 a los 16 bits fueron mermando a Commodore a pesar de que contó con otro gran ordenado como es el Amiga e incluso un Commodore 128 de que hablaremos otro día.



Como curiosidad...

-Tramiel quería algo relacionado con el ejército para ilustrar su pasado entre las armas y su agradecimiento al mismo por haberlo salvado cuando estaba prisionero de los nazis. De ahí que el nombre de la compañia sea Commodore (Comodoro).


Y con esto terminamos la historia de este gran ordenador no sin darle mil gracias de nuevo a JAM.

Si queréis donar alguna consola, ordenador clásico, videojuegos o relacionados. Enviad un correo a donatuconsola@gmail.com y ya os comento como hacerlo.   

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